Dominica Despus Del Huracn (Parte 1): Bienvenidos a Waitikubuli

La revista de la aerolnea lo deja claro desde el principio: este es el Caribe, donde la resiliencia viene con dreadlocks y banda sonora. Es casi Navidad. Han pasado solo ocho semanas desde que el huracn Mara barriera la regin, y los editores te recomiendan aterrizar en cualquiera de las islas excepto en Dominica.

Por supuesto. No podrs vivir la vida a plenitud (live life to the full) donde otros han puesto las suyas en pausa. Es exactamente la primera sensacin al aterrizar en Dominica.

La isla ha sido devastada, y cada ciudad o pequeo poblado necesita ser reconstruido.Observar cmo estas personas intentan ponerse nuevamente de pie es tan inspirador como doloroso. Pero no estamos aqu para observar.

El Programa Mundial de Alimentos en la recuperacin de DominicaAun sin bajar del avin, en pleno aterrizaje, veo uno de nuestros almacenes mviles. Al lado izquierdo de la pista, la gran carpa blanca est rodeada por un paisaje quemado, color ocre, donde el huracn no ha dejado rboles ni casas. Como un oasis en el desierto, el almacn protege los alimentos que traemos al pas y otros recursos que llegan tambin a la isla para asistir a quienes ms lo necesitan.

El Gobierno ha estado haciendo un buen trabajo, y apreciamos la ayuda de ustedes, dice el Oficial de Aduana detrs del cristal, mientras apunta el logo en mi camiseta y estampa en mi pasaporte mi primera entrada a Dominica.En la puerta de salida, un chofer local, Bruce Peltier, me cuenta que a pesar de los esfuerzos gubernamentales, agencias de cooperacin y organizaciones no gubernamentales, las familias an tienen necesidades de todo tipo incluyendo agua potable, productos de higiene, medicamentos y alimentos.Una dieta adecuada y balanceada es un privilegio aqu, dada la escasez de alimentos y los altsimos precios en los mercados.

Las principales fuentes de ingreso en Dominica son el turismo y la agricultura, pero ahora todo se ha perdido! explica. Despus de Mara, no tenemos nada, dice, mientras desanda las curvas interminables hasta la capital, Roseau, donde el Programa Mundial de Alimentos tiene su centro de operaciones .

En el camino, no puedo dejar de notar que el huracn no ha dejado nada en pie. Ni siquiera un vehculo, un techo, un campo de cultivos o un rbol centenario han quedado sin tocar.Todo luce sin vida, como una postal sepia.

Los nativos de esta isla la llamaban Waitikubuli, sabas eso? Sabas que tenemos rboles exticos aqu en Dominica? La cerveza local, Kubuli, la has probado?

. Bruce no para de hablar, mientras conduce y mueve instintivamente el torso al ritmo del reggae. Para l, recuperarse significa tener su vida normal, simple de vuelta.

Es lo que intenta hacer el Programa Mundial de Alimentos desde el primer da en DominicaEl Huracn Mara devast la isla el 18 de septiembre. Se estima que el 98 por ciento de los techos fueron afectados, dejando sin hogar a comunidades enteras.Luego de una primera respuesta inmediata con alimentos de rpida distribucin, el Programa Mundial de Alimentos, de conjunto con UNICEF y el Gobierno, ha comenzado a proveer transferencias monetarias en cash a unas 25,000 personas: mujeres lderes de hogares, nias y nios, ancianos y personas con discapacidad son los ms vulnerables entre los vulnerables, pero no son beneficiarios pasivos.

Ellos deciden quin lo necesita ms, distribuyen, controlan, mejoran los procesos. Ellos, los de Waitikubuli, estarn contando estas historias durante los prximos das